9/Diciembre/2009
A tres años de que Calderón logrará tomar protesta como presidente de la república, recordamos la campaña que dirigió donde atacaba los 70 años que el PRI duró en el poder. Al igual que Fox calificó al priato como la gran dictadura que sumió a México en el subdesarollo y la pobreza. Hoy en día, Calderón quiere la dictadura para él y su partido el PAN y quiere comenzar por los municipios para implementar miles de mini dictaduras, mandando al carajo al sufragio efectivo y a la no reelección.
Un presidente cuyo triunfo ha sido el más cuestionado de la historia moderna de México, un presidente que una vez que asumió el poder se convirtió en el hombre más autoritario en pleno siglo XXI. A tres años ha sido severamente cuestionado por distintos actores e instituciones del país. Todos se alarman ante el aumento de la pobreza en estos tres años. Además del aterrador desempleo: hay tres millones de desempleados que dibujan no solo el naufragio económico del presidente Calderón, sino la razón que tiene la opinión de Joseph Stiglitz de que el manejo mexicano de la crisis económica ha sido un rotundo fracaso.
Pero está más preocupado por volver al pasado. Recordemos las palabras del célebre constitucionalista Emilio O. Rabasa sobre la no reelección: “La idea de la No Reelección se encuentra viva en la conciencia del pueblo mexicano, por la huella que dejó el gobierno de Porfirio Díaz, que se convirtió en un régimen en manos de un grupo de privilegiados”. Hoy en los partidos políticos se encuentran entrampados entre los intereses de minorías privilegiadas, que no tienen otro propósito que mantener sus cotos de poder conquistados a la fecha.
Las autoridades, gobiernos y grupos del poder en México siempre han abusado de sus facultades para beneficiar a unos cuantos. Felipe Calderón quiere dar el paso decisivo para que regresen las dictaduras al país justo en el año en el que celebraremos el centenario del la lucha armada contra el régimen del último dictador mexicano: Porfirio Díaz.
Por lo que las razones de Calderón para volver a la reelección están completamente fuera de realidad. Asegura que obligará a transparentar y rendir cuentas a alcaldes y legisladores que hoy en día brillan por su opacidad al amparo de elefantes blancos como lo son el IFAI y sus émulos a nivel estatal. Nosotros, los ciudadanos, somos quienes padecemos a los malos gobiernos. Por eso el rechazo a la reelección es mayoritario: 7 de cada diez mexicanos no la quieren de regreso.
En nuestro país la voz de millones de pobres es ignorada. Los intereses ciudadanos no cuentan y tenemos un presidente que ha contribuido en gran medida a debilitar el sistema electoral de nuestro país. Quizás sabiendo lo débil del mismo es que propone la reelección para solo completar su obra maestra: regalarle la democracia a las minorías borrachas de privilegios, tal y como paso en e siglo XIX y contra la que lucharon muchos mexicanos hace casi cien años.
Y me imagino a Calderón como en la cinta “La Ley de Herodes”, arrancando hojas de la Constitución y reescribiéndolas en Word, pues quiere pasar a la historia como el presidente que borró la historia de un plumazo e innovó las dictaduras: en vez de una sola, miles de mini dictaduras en cada municipio del país.
Total, nuestra historia para él no vale nada. La sangre derramada en la Revolución es para él, solo ficción.
ULTIMALETRA
Imagínese, querido lector, a Tere Ortuño reelecta senadora. ¡Dios nos libre! Tere Ortuño es otro motivo más para no aprobar la reelección.
Piénselo.
