Película de la semana

  • "El Limonero" dirigida por Eran Riklis

sábado, 24 de enero de 2009

¡Vaya show!


Muchos quisieran mantenerse en la ruta del futuro, dejando atrás todo acontecimiento malo o bueno que haya expirado. Olvidarlo en la memoria, una vez que se aprendieron de el. Pero parece que es naturaleza humana repetir los ciclos de antaño. Dejar que las pasiones se apoderen de nuestra convivencia política, es una lección que parecía Chihuahua había aprendido, pero la realidad nos comprueba lo contrario.

Lo sucedido hace unos días en las afueras del Palacio de Gobierno, no es sino una muestra del desbordamiento de pasiones y actitudes radicales, que buscan polarizar a la sociedad en dos grandes mitades. Queda de manifiesto la ausencia total y absoluta de diálogo, de civilidad, de madurez y tolerancia. Fue un espectáculo innecesario, donde la violencia y el “sacrificio” de nuestros representantes populares son actitudes completamente reprobables. ¿Cómo es posible que nuestros legisladores actuaran el papel de piñata y se dejaran golpear y jalonear por gente de ambos bandos? Incluso permitieron que les destruyeran algunas de sus prendas.

El lenguaje ahí vertido no fue el de mayor nivel. Todo lo contrario. Ambos bandos; los que defendían el Palacio de Gobierno y los que querían invadirlo, dejaron en claro que este calentamiento electoral tiene otros intereses, ajenos completamente a los de los ciudadanos chihuahuenses que buscan estabilidad, trabajo y orden; y no diatriba, conflicto y violencia.

Este show que algunos pudieron presenciar en días pasados, nos hace regresar en el tiempo y recordar el año de 1986. Aquel famoso por el “verano caliente” donde salió electo Fernando Baeza como gobernador y previo a la elección y de manera posterior, las pasiones se desbordaron, dividiendo a la sociedad chihuahuense. Mientras el ganador buscaba reconstruir el tejido social, el perdedor apostaba por la ingobernabilidad, el caos, el desorden.

Los radicalismos de aquel entonces dejaron lastimada a toda una generación e incluso familias enteras por años. Es muy fácil apostarle al caos, al desorden, a la ingobernabilidad y la amenaza. Lo difícil es apostar por el diálogo, el acuerdo y la civilidad. Este último camino sería el correcto para solucionar cualquier conflicto. Quienes hoy han escogido el camino violento, son aquellos que criticaban a Andrés Manuel López Obrador por tomar Paseo de la Reforma y por sus manifestaciones.

Este show que inició en las inmediaciones de Palacio de Gobierno, tristemente continuará, demostrando que a los dos principales partidos no les interesan los ciudadanos y que a base de acciones radicales buscan defender su punto, habiendo vías más inteligentes. ¡Vaya show el que nos espera en estos meses venideros!

ULTIMALETRA
Esta semana asumió el presidente número 44 de los Estados Unidos, Barack Obama, iniciando una nueva era en la política de nuestro vecino del norte, misma que levanta mucha expectativa.

No hay comentarios.: