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miércoles, 30 de septiembre de 2009

La otra historia de México


México, D.F.- A un año de celebrar el Bicentenario de nuestra Independencia, algunos historiadores se han dado a la tarea de calificar algunos hechos de nuestra historia como mitos. ¿Cuáles mitos nos enseñaron en la escuela? ¿Cuántos son reales? Algunos logran el consenso de los historiadores, otros no. Lo cierto es que en la máxima celebración nacional hay hechos que tienen un ingrediente adicional que los hace poderosos, clásicos y útiles para transmitir la historia a posteriores generaciones.

Según algunos estudiosos de la historia, Miguel Hidalgo fue el primer mercadólogo de la historia. Como sacerdote bien preparado en la cultura y en generaciones posteriores a la Conquista, conocía perfectamente bien los símbolos que el catolicismo arrebató a un pueblo para suplantarlos por otros, de ahí que escogiera uno de los más poderosos de la historia mexicana para ganar adeptos a su causa: la Virgen de Guadalupe. Registros de la época corroboran que muchos habitantes novohispanos se adhirieron a la causa independentista solo por el estandarte de la Virgen de Guadalupe que tomó de un templo de Atotonilco, Guanajuato. Hoy algunos afirman que la guadalupana se convirtió en su logotipo.

Previo a las épocas de lucha independentista que hoy nos reúne en una celebración donde los fuegos artificiales, el tequila y la cerveza no pueden faltar, en 1542 el rey Carlos V dio su autorización a don Alfonso Herrera para que iniciara la producción de cerveza en el Nuevo Mundo. Éste puso en funciones la fábrica “El Portal” que se ubicaba en Amecameca y el actual Paso de Cortés. La cerveza de la fábrica debió haber sido exquisita ya que se utilizaba agua de los deshielos de los volcanes. Sin embargo, la bebida producida ahí no tuvo las ventas ni el éxito añorado, pues los nativos de la región preferían el autóctono pulque y los españoles, la cerveza importada de la Madre Patria. Vaya ironía, ¿no?

Durante la conquista hubo una delicia mexica que cautivó a los españoles: el chocolate, proveniente del cacao. Fue tanta la fascinación del conquistador con el xocolatl que existen registros de los múltiples tratados que éste originó sobre si su consumo rompía el ayuno dictado por la Iglesia o no. Fue considerado un peligro culinario de la Nueva España por los conquistadores ya que lo catalogaban de ser “altamente adictivo”. Menos mal que no era psicotrópico.

Los niños sufrieron algunas limitaciones durante la Colonia. Por allá de 1774 el virrey Bucareli expidió un bando de gobierno donde se prohibía jugar con papalotes en las calles de la otrora Gran Tenoch. ¿La causa? Muchos niños morían por intentar volar los papalotes desde sus azoteas o eran atropellados por carruajes o caballos. Tan inocente objeto y funestos resultados.

El legendario Sitio de Cuautla es tan real como mítico. En realidad las fuerzas insurgentes de José María Morelos y Pavón aguantaron 72 días cercados por el ejército español de Félix María Calleja (desde el 19 de febrero de 1812). Cuando los víveres terminaron y la sed y el hambre hicieron estragos en los insurgentes, éstos acabaron con el sitio el 2 de mayo del mismo año, siendo éste el origen de múltiples victorias de los insurgentes en plaza importantes. Como la figura de la “Adelita” de la Revolución ha sido ensalzada, durante el Sitio de Cuautla hubo una heroína que se las arreglaba para romper con el sitio todos los días y así conseguir alimento para sus queridos insurgentes. Le llamaban “La Costeña”. Expuso su vida por 72 días todo porque sus guerreros aguantaran y tomarán fuerzas para la victoria final. Otra mujer de identidad desconocida, durante el sitio de la ciudad morelense, cargaba cántaros de agua todo el día mientras buscaba bombas o grandas que lanzaban los españoles. Al encontrarlas, las empapaba para que no estallarán y no dañaran la causa independentista. Desde ese entonces la mujer ya fortalecía a nuestro país.

Y ya para terminar, ¿cómo fue en realidad el grito de Miguel Hidalgo en Dolores, Guanajuato aquel 15 de septiembre?

Obvio no gritó ¡viva México! Pero lo que si gritó fueron múltiples “vivas” para la reina de México, la Virgen de Guadalupe así como el rey Fernando VII y en la más fiel tradición mexicana, gritó varios “mueras” contra el mal gobierno de la Nueva España.

Así es como se concluye que Hidalgo si fue un hábil mercadólogo y que hizo de la Virgen de Guadalupe su logotipo y de la Independencia su marca.

ULTIMALETRA
Nuestra historia siempre tiene otra historia que contar, si usted tiene una, compártala en este blog.

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