Escenarios

Cuando estamos prácticamente en la segunda mitad de las campañas para renovar las alcaldías y el Congreso del Estado, existen varios escenarios que, cada partido está contemplando.

Para los priístas, que andan ensoberbecidos por las encuestas que los colocan 30 puntos arriba del panista Carlos Borruel, no existe un escenario mas que el de la eventual victoria que sin problemas, según ellos, llegará. En el PRI hay confianza absoluta de que Alejandro Cano ganará y se rumora que ya trabaja en la integración de su gabinete municipal.

Cano durante la elección interna manejó encuestas donde derrotaba a su mas cercano competidos en una proporción de 6 a 1, 10 a 1 y 20 1. Con los resultados finales de la elección se demostró (lo que todo mundo decía) que las encuestas eran fabricadas e irreales, ya que, a pesar de lograr el triunfo no logró ni el 2 a 1.

Alejandro Cano debe de jugar con el elemento de encuestas para crear la percepción de que va a adelante, pero que no se las crea, porque las encuestas son un arma de doble filo: te permiten tomar decisiones para corregir el rumbo o te absorben en un espejismo que deriva en soberbia que, a la postre, lleva al fracaso.

Las encuestas reales, esas que se mantienen en secreto en sus “war rooms” son las que tienen la información real y en base a ellas se debe actuar, pero en campañas políticas siempre es necesario contemplar dos escenarios: qué hacer si se triunfa la elección y qué hacer si se pierde.

¿Qué pasa si Alejandro Cano pierde la elección?

Habrá muchos que dirán que no pasa nada. Pero para los priístas de Chihuahua capital, empezando por el primer priísta del estado, pasaría todo lo malo. Se desplomaría su proyecto político para sucederlo y si alguien duda que es el proyecto del PRI de Chihuahua, la cena con empresarios fue el primer evento de destape. Es más, Reyes envió como suplente a quien fuera el operador social de la administración Barousse-Cano, a ocupar la suplencia de la candidatura a la alcaldía, una buena y joven opción, pero de perder Cano se desplomaría su proyecto también.

¿Han pensado en que hacer si Cano pierde la elección?

Aceptar los triunfos es lo más fácil del mundo, es más, el éxito de un triunfo se lo pelean hasta los que le servían el agua al candidato y comienza la rebatinga por los huesos. Pero, aceptar las derrotas es lo más difícil y más cuando se tiene un equipo de campaña ensoberbecido por las encuestas. ¿Aceptaría Cano su derrota de manera fast track? O en su caso, ¿peleará en los tribunales por su triunfo?

En fin, esta es una reflexión para que los priístas no se crean el cuento de que ya ganaron, lo fácil es llegar a la cima, lo difícil es mantenerse.

Pero dicen que en el equipo de Alejandro Cano ya le hacen el feo a la compañía de Marcelo González Tachiquín y de Luisa Camberos, ambos candidatos a diputados por los distritos 18 y 17.

Los operadores de Cano, le aseguran que andar con ellos le resta votos a su proyecto de la alcaldía. Lo cual es incorrecto, Marcelo González Tachiquín es una opción joven y de real militancia, eso que al PRI ya se le olvidó que importa, pero Marcelo es de los candidatos el más preparado en materia de políticas públicas, con experiencia ya en ámbitos nacionales y buenas relaciones legislativas a nivel nacional e internacional. Marcelo compite por uno de los distritos más competidos entre PRI y PAN y que ganara Minerva Castillo teniendo como coordinador a Marcelo, precisamente y es quien se encuentra en un empate técnico con su rival panista, con la gran ventaja de que el “voto gelatina” aún no define su voto, por ende el escenario único para Marcelo es intensificar su campaña de aire y tierra.

El caso de Luisa Camberos Revilla, aspirante priísta por el distrito 17 es único. Ha cambiado radicalmente la manera de hacer campaña en ese distrito. Empezó con una campaña de posicionamiento totalmente diferente: fotos en blanco y negro, en vez de frase identificadora, una serie de virtudes de ella y un mensaje ganador. Aunque las encuestas den que ella va abajo 13 puntos de Roberto Lara Rocha del PAN, Luisa es un perfil de vocación y trabajo social muy reconocido que puede reducir la diferencia que ahora marcan las encuestas. Luisa ha dejado claro que su único escenario es “trabajar para ganar”.

Así que si Alejandro Cano es aconsejado a no caminar con ellos en lo que resta de la campaña, está en un error, porque deben de demostrar solidaridad con el PRI y no pensar nada más en los intereses de sus coordinadores y telegurús.

En el PAN, los panistas tenían muy claro el escenario: ganar de forma contundente gracias al trabajo hecho por el alcalde Juan Blanco, el dirigente municipal Luis Raúl Valenzuela y el apoyo que el presidente Calderón le otorgue. Pero, ¡ups! Pasó el Yucantanazo y la raza se asustó y otros dijeron que no era para tanto. En el PAN existen quienes aseguran que la elección de Yucatán estuvo negociado para poder sacar la reforma fiscal y que al presidente le interesa no entregar Chihuahua, ni Tijuana, ni Xalapa.

Pero hay un sector del PAN que paró sus antenitas de vinil y se pusieron las pilas para intensificar la campaña de Carlos Borruel para remontar la diferencia en preferencias que tiene sobre él Alejandro Cano.

Borruel siempre se ha manejado bajo la premisa de que él le ganaría a cualquier gallo que el PRI escogiera, fuera Carlos Carrera o Alejandro Cano. Pero siempre dijo que prefería a Cano y alguna razón tendrá. Pero en el PAN, ¿qué pasa si pierde Carlos Borruel?

Pues se debilita mucho el proyecto para lograr ser candidato a gobernador en 2010 de Juan Blanco Zaldívar y de los DHIACOS por conservar el poder. Carlos Borruel representa la continuidad de un proyecto que busca su supervivencia política y pelearán con todo para que este no deje de existir.

La realidad es que con el caso de Fernando Reyes y lo que ha debilitado al PAN, por soberbia de los mismos dirigente panistas, el PAN va cuesta arriba y tendrá que hacer el doble de esfuerzo para empatar las preferencias.

¿Han pensado en que hacer si Borruel pierde la elección?

Pienso que igual que en el escenario donde pierde el PRI, de perder el PAN, se judicializaría la elección y tendríamos una lucha frontal en la mesa y no descarte usted, los gritos de voto por voto, avalados por el clero.

El PAN no está preparando ningún escenario para perder y su fortaleza más grande según ellos, es Juan Blanco y su popularidad, además de presentar a Borruel como una cara nueva de mirada hacia el futuro y no un retroceso al pasado.

Mientras que a Conchita Fuentecilla y a Jorge Espino, candidatos por los distritos 16 y 11, en el PAN ni los pelan y los dan como casos perdidos. Aunque andan muy activos ambos, tratando de recuperar lo más votos posibles para sus causas, en la campaña Borruelista no los pelan y prefieren enfocarse en el 17, 18 y en el 19, que está en alerta amarilla para el PAN.

Jorge Espino es una opción joven, quien junto con su suplente Mierva Correa, han hecho una interesante dupla de trabajo que en el PRI sería muy difícil ver: dos jóvenes menores de 30 años candidatos por un solo distrito y esto les puede redituar en votos que no debe de despreciar Borruel.

El caso de Conchita Fuentecilla Noriega, no la apoyan por no ser del equipo de la dhiacada y por ser un distrito tradicionalmente priísta, es decir va al sacrificio a ver si le toca algo después y le toca soportar a Judith Torres.

El escenario de ganar el congreso para el PRI ha pasado a segundo término, les preocupa más que gane Cano y ya. No han ponderado que de perder el PRI el congreso, el gobierno de Reyes se extingue y los panistas lo acabarán. En el caso del PAN, es un escenario muy importante, pero el gran protagonistas es Carlos Borruel, porque su proyecto 2010 es integral.

Agradezco las visitas de todos los rincones del país: Universidades del estado de México, Aguascalientes y Zacatecas así como a la gente que desde Argentina, Venezuela, España, Chile y por supuesto la de Juárez y Chihuahua que opina en este blog, ¡gracias!


ULTIMALETRA
Yo aprendí que en el periodismo debe uno informar, analizar pero nunca insultar. Cuando la calumnia y el vituperio se convierte en el arma de un medio para atacar a una o varias personas, deja de ser periodismo y se convierte en capricho. Lástima que Manuel Narváez, ayer en el Congreso del Estado, secuestrara tribuna para defender la “libertad de expresión”, que para él es difamar, insultar, calumniar. En fin hay gente que se avienta al matadero por gusto, de eso ni duda cabe.