Ser líder

México, D.F.- ¿Qué significa ser líder? En el transcurso de la semana se han manifestado diversas opiniones, de personajes distintos ligados al sector público, partidos políticos e iniciativa privada. Entre ellos las concepciones del liderazgo son distintas.

Para algunos el ser líder es conseguir una meta que parece, al principio, un sueño. Es romper paradigmas que han afectado nuestras decisiones y que han hecho que vivamos sin percatarnos de las grandes posibilidades que están a nuestro alcance. Para otros ser líder no es ser mejor que otros. Es más bien convertirse en inspiración para los que quieren pero no creen. Otra opinión mucho más organizacional es que ser líder es un proceso en el que una persona influye en otras para que cumplan una serie de objetivos, y dirige la organización de un modo que la hace más coherente y cohesiva. Quizás son concepciones del liderazgo que tienen como diferencia algunas palabras pero todas llevan el mismo rumbo: inspirar, conseguir, romper paradigmas, influir para lograr las metas y objetivos planteados.

Lo que si logró un consenso fueron las aptitudes que debe de tener un líder para dirigir cualquier organización, chica, grande o gigantesca.

Saber trabajar en equipo es fundamental. El líder exitoso sabe delegar confiando en las personas que le rodean y deja que asuman sus propios retos. Controla los riesgos que puedan llegar a tener para que el éxito nunca se pierda. Otra de las aptitudes básicas de un buen liderazgo es el saber fomentar la comunicación para las ideas sean expresadas de manera clara así como saber escuchar las ideas de los demás miembros del equipo. Para dirigir de la manera adecuada cualquier organización es vital conocer las necesidades del equipo de trabajo.

Innovar en la manera de hacer las cosas es una obligación del líder exitoso. Siempre buscar nuevas formas para llevar a cabo un proceso, aunque ello implique riesgos. Prioritario para un liderazgo efectivo es el definir perfectamente los objetivos a cumplir. Si se desconoce el rumbo a seguir, hay caos, desorden y el liderazgo se extingue.

El verdadero líder reconoce las contribuciones que cada uno de los miembros de su equipo. No se la pasa disculpando o aclarando su errores y mucho menos contradiciéndolos en público. Como popularmente se dice, “los trapos sucios se lavan en casa”.

El líder real tiene capacidad de decisión que le permite resolver conflictos. Debe de controlar muy bien sus emociones para que cuando esté bajo presión pueda pensar con calma y pueda proponer soluciones válidas sin dejarse llevar por el pánico o el miedo. Personajes de la historia con un brillante futuro por delante, han dejado escapar su figura de líder gracias a que sucumbieron ante el miedo. Pero una de las tres principales cualidades de un líder efectivo y exitoso es el ser responsable y dar la cara ante cualquier decisión tomada. El auténtico líder no se esconde, no se lava las manos, no busca a quien echarle la culpa. Asume su responsabilidad y decide. Un líder tiene una posición de privilegio y debe aceptar las responsabilidades que ello implica.

Quienes huyen de una toma de decisión, no son líderes. Quien busca culpar a otros por lo que es su responsabilidad, no es líder. Quien tiene miedo de equivocarse y evoca la “democracia” para lavarse las manos, no es líder.

¿Entonces donde quedaron las cualidades de líder que en 2006 Calderón prometió?

En sus spots y las toneladas de propaganda de su campaña electoral, porque se ha rehusado a tomar decisiones que favorezcan al país a largo plazo. Tiene pavor de asumir los costos políticos del corto plazo. Felipe Calderón ha reprobado como líder.

ULTIMALETRA
Rumbo al Quinto Informe. Dentro del gabinete de Reyes Baeza hay que destacar la labor del Secretario General de Gobierno, Sergio Granados, por ser un incansable y hábil negociador.