Película de la semana

  • "El Limonero" dirigida por Eran Riklis

martes, 8 de septiembre de 2009

Escenario perfecto


México, D.F.- Al presidente Felipe Calderón se le acabó la primera mitad de su mandato. Se fue muy rápido para algunos y para otros fueron tres años eternos. La realidad es que fueron tres años de politiquería y pensar en como hacer que el PAN mantuviera triunfos electorales, que el voto perredista se desplomara y que el PRI no reviviera. No logró mantener triunfos importantes (salvo alcaldías 2007) en la pasada elección, incluso perdió dos de sus bastiones y terreno en el estado modelo del panismo: Guanajuato.

Pero lo importante no era eso. Recibió un país dividido por él mismo, por su campaña y su batalla contra el “peligro para México”. Levantó la expectativo con sus promesas de campaña, le cerró la puerta al diálogo con el sector opositor más férreo, inició una “guerra” contra el narcotráfico sin dirección ni rumbo y se deslinda de todos los problemas del país culpando a otros de ellos.

La nueva legislatura que comienza es abrumadoramente priísta. Lo impensable cuando hace tres años el PRI por primera vez en su historia se coló al tercer lugar de las preferencias electorales. Nadie anticipó que el PRI reviviría de tal manera, para recuperar el preferido primer lugar.

Calderón desperdició tres años de tener la mayoría de legisladores de su lado para hacer reformas importantes por el país, por los mexicanos, no a favor de los grandes monopolios y capitales extranjeros. Ahora tiene en San Lázaro a su crítico más acérrimo, mismo que ganó la elección prometiendo que haría lo que el PAN de Calderón dejó de hacer. Es decir el PAN de Calderón apostó por el miedo y la división (otra vez) mientras que el PRI apostó por la razón y las soluciones. Eso fue en la campaña.

Hoy ya no hay campaña para sobre prometer. Es tiempo de soluciones que no maltraten más la economía de los mexicanos. Es tiempo de dejar atrás partidismos y que se pongan la camiseta de los mexicanos. Es la oportunidad del PRI de revindicarse como un partido que sabe gobernar, que tiene experiencia y que sabe hacer las cosas (eso fue lo que ofrecieron en campaña).

Sin embargo el escenario para el PRI no es nada favorable. Tiene el escenario perfecto para que la mayoría que posee lo haga perder el rumbo, que se convierta en una oposición irracional y soberbia que crea que ya tienen un pie en Los Pinos para el 2012. Irónicamente el tan añorado regreso a la Presidencia puede ser lo que lleve al PRI al fracaso. El PRI debe tener en claro que lo más importante no es la elección presidencial de 2012, lo verdaderamente importante es que haga su trabajo en el Congreso para que la situación económica mejore, para que las tan dañadas finanzas públicas nos brinden mejores servicios, mayor seguridad, que defiendan las causas de la sociedad, de nosotros. No que se peleen en la Cámara por cuestiones de partido, que hagan de la tribuna un ring de box.

El PRI no puede olvidar que su trabajo en la Cámara será evaluado en las elecciones de 10 gubernaturas en 2010, donde la mayoría están en sus manos y que no las tienen ganadas de antemano.

El escenario está perfecto para la soberbia y la lucha fraticida por el poder en el PRI, esperemos y si cumplan con lo que prometieron: resultados, experiencia y soluciones.

ULTIMALETRA

Felicito a César Duarte por su excelente labor al frente de la Cámara de Diputados. Logró importantes avances para los mexicanos, en especial para los que aún trabajan y creen en el campo mexicano.

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