Tic, tac...

Al escuchar el ruido que hacen los relojes que marcan que el tiempo se va extinguiendo, hace recordar el famoso reloj que, en Peter Pan, trae en su estómago el gigantesco cocodrilo y que al, escucharlo el capitán Garfio, enloquece puesto que ese reloj se lo comió el reptil con todo y su mano.

Teniendo pavor del animal, a Garfio le recuerda que es el único enemigo que no puede vencer y que ya se llevo parte de él. Pues en nuestro gran estado, todos los candidatos se encuentran en una situación a la del famoso capitán Garfio: detestan el tic, tac de todos los relojes porque les hace recordar que hay muy poco tiempo ahora y que, el día de la elección está cerca y que ese día se juegan el todo por el todo.

La cuenta regresiva ha comenzado y para todos los candidatos será la semana más pesada de toda la campaña: se pondrán más nerviosos de lo usual, van a ponerse tensos y tendrán cambios de humor impresionantes; todo generado por la presión de que el día de la elección se acerca cada día más.

Un ensayo obligado que hacen los partidos para demostrar su capacidad de convocatoria son los famosos cierres que realizaron este fin de semana los candidatos más fuertes en esta elección: Carlos Borruel del PAN y Alejandro Cano del PRI-PANAL.

El ruedo de esta batalla fue el parque El Palomar, mismo que se ha convertido desde hace unos años para acá, el lugar más cotizado para eventos masivos y que se disputaron los panistas y los priístas trayendo cantantes que jalan multitudes.

Los mensajes en los cierres de campañas fueron muy claros y contundentes. Siendo más interesante el de Carlos Borruel, por distintos motivos, pero sobre todo, por ser el candidato que vienen desde abajo y que ha remontado una importante ventaja para convertirse en el caballo que ha alcanzado a ese competidor, que lo veía muy lejos.

Borruel ha trabajado calladito, calladito. Sin hacer mucho ruido en los medios, ha hecho el ruido necesario, aunque tenga a algunos medios claramente en contra, ha hecho lo que se tienen que hacer: trabajar, caminar y persuadir.

La estrategia de Borruel, de no enfrascarse en una guerra de encuestas y no desperdiciar tiempo en tierra, ha sido acertada y espera únicamente que llegue el primer día de julio para cosechar los frutos.

Borruel ha levantado la voz, cuando ha sido necesario, en foros muy concretos y uno de ellos fue el sábado, donde ante miles de chihuahuenses, afirmó que, “Chihuahua con el pasado no gana, vengo a invitarlos a no voltear hacia el pasado, sino a que juntos veamos y construyamos un mejor futuro para nuestros hijos y familia”.

Un buen mensaje de Borruel, donde invita a la ciudadanía a mirar hacia delante, dirigiendo un mensaje aspiracional, de mejoría en los próximos años y, como comentaron algunos panistas en el cierre, “un mensaje de que para atrás, ni para agarrar vuelo”.

La mayoría de las veces el decir “volvamos, regresemos” no trae los dividendos deseados como el decir, “avanzar”.

El domingo, Alejandro Cano Ricaud, autodenominado candidato del juego limpio, también llenó El Palomar, con la ayuda de Polo Urías.

Y así como Borruel contó con la presencia de Juan Blanco, Pancho Barrio y Don Luis H. Alvarez, el priísta llevó a Jesús Murillo Karam y a Ivonne Ortega, gobernadora electa de Yucatán.

Cano Ricaud exhortó a los presentes a que lo ayuden para que pueda ser presidente municipal para ,“que Chihuahua se convierta en una ciudad con empleo y desarrollo; no les voy a fallar”.

Cano y su gente se encuentran muy confiados en ganar la elección del primero de julio, “sin problemas”, según han expresado miembros de su equipo de campaña. Pero creo que uno de los grandes problemas de Cano es el mensaje de decir “volvamos, regresemos”, el retroceso el electorado, siempre lo ha visto mal, por más bueno que el pasado haya sido, pero bueno, está asesorado de muchos gurús, que esperan que sus fórmulas sean las ganadoras.

Lo seguro es que, el primero de julio, a partir de las seis, se intensificará el “tic, tac” de los relojes, que se prolongará hasta altas horas de la madrugada, dado a que el resultado será muy cerrado.

Tic, tac, tic, tac...

ULTIMALETRA
Fue muy desafortunado lo que sucedió en el cierre Alejandro Cano. Se notó la aversión que tiene por ciertos candidatos a diputados de su misma alianza electoral. Al mencionar en el micrófono a cada uno, en vez de decir Marcelo González dijo Marcelo Flores. El buen amigo Marcelo, hizo de tripas corazón y espera alzarse con la victoria el domingo próximo contra viento y marea, ¡suerte, compadre!

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