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  • "El Limonero" dirigida por Eran Riklis

miércoles, 18 de julio de 2007

Iglesia Voraz

La Iglesia Católica de nuestro país vuelve a dar de que hablar. Es increíble que cuando estamos a punto de concluir la primer década del siglo XXI, la Iglesia Católica mexicana, desconozca la historia, olvide la sangre derramada y demuestre su desmedido deseo por conseguir más poder.

Pues el famoso cardenal Norberto Rivera Carrera, tuvo el atrevimiento en un servicio religioso y ante medios de comunicación, hacer lo único que sabe hacer bien: generar polémica. Esto cuando solicitó a las autoridades que los sacerdotes dejen de ser “pseudociudadanos”, es decir pidió modificar la Ley de Asociaciones Religiosas para que los sacerdotes puedan ser votados y participar de mejor manera en la opinión pública.

Los “curitas” desean convertirse en militantes de partidos políticos, para concentrar más poder y consolidar el proyecto de ultraconservadurismo que gobierna al país. En unos cuantos segundos, Rivera Carrera, pidió eliminar capítulos básicos de la historia de México, olvidó la muerte de miles y la justa causa de Benito Juárez, que era regida por la premisa bíblica, “al César lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.

Hay que recordar que para el mundo occidental no ha existido época más oscura que la Edad Media. Tiempos donde el conocimiento, la educación, eran únicamente para la clase gobernante, el clero y la nobleza, es decir los ricos. En ese entonces los grandes educadores eran los sacerdotes , quienes también eran parte intrínseca del poder político, teniendo así todo junto: el poder económico, político y del conocimiento.

Dicha concentración de poder llevó a la humanidad a la época de absoluta ignorancia y elitismo, que derivó en una etapa de nuestra historia totalmente oscura en materia de desarrollo educativo e intelectual, conviniéndole esto a la todopoderosa Iglesia Católica para poder tener al “vulgo” controlado. Es decir, entre más ignorante el pueblo, más fácil le era controlarlo.

Algunos siglos duró la humanidad entre la oscuridad y la única “guía” de la Iglesia Católica, quien mandaba en todos los rubros.

Por ello es que, una de las gestas históricas más famosas y fructíferas de nuestra historia es la Guerra de Reforma y la posterior promulgación de las Leyes de Reforma, donde se separa a la Iglesia del Estado, abriendo paso para la modernidad del Estado mexicano, libre, soberano, independiente de la Iglesia.

Pero como se menciona en párrafos anteriores, hay gente retrógrada como el cardenal Norberto Rivera, quien osadamente propone ante el pueblo de México que volvamos al pasado, a ser como antes, permitiendo que la Iglesia concentre más poder.

Pero no sólo pidió que puedan ser votados, no. Exigió también que se permita la educación religiosa en escuelas públicas y para colmo, ¡poder controlar medios de comunicación!

En pocas palabras: Pidió eliminar el estado laico.

Los avances hechos por México a través de la historia, han permitido que el Estado mexicano crezca y se desarrolle a plenitud y al margen de cualquier culto o credo. Así que no podemos permitir que la Iglesia Católica pretenda eliminar el estado laico.

Por lo pronto, el gobierno derechista que nos gobierna, ha dicho no a esas reformas, cerrando la puerta a esa macabra posibilidad.

Defendamos el estado laico y el Estado debe de ser más severo con los cultos y religiones que hagan proselitismo político, como lo hace la Iglesia Católica desde hace años a favor de cierto partido político. El Estado ha sido, en un últimos años, débil con la Iglesia Católica y duro con otros cultos.

O todos coludos o todos rabones.



ULTIMALETRA
¿Qué está pasando con el país?
Por un lado atentados terroristas en contra de una de nuestras más añejas instituciones como lo es PEMEX. Por otro lado un chino que pone a temblar al gobierno de Calderón, quien ha manejado de pésima manera el asunto de Zhenli Ye Gon en los medios. Y en otra vertiente, más local, es deprimente que en Chihuahua tengamos políticos como Fernando Alvarez Monge, que tiran la piedra, esconden la mano y más que pedir disculpas, siguen ensoberbecidos creyendo que con eso se ven mejor. ¡Que farsante este hombre!

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